jueves, 20 de diciembre de 2012


MÁS  GATILLO FÁCIL DE LA POLICÍA NEUQUINA
Desquiciada está toda la institución policial

En la madrugada del 19 de diciembre de 2012 se produjo un nuevo episodio de gatillo fácil contra un joven de 13 años. Se trata de la policía del Barrio San Lorenzo, de la ciudad de Neuquén. Salas, el policía asesino, pertenece a la nefasta Comisaría 18 que cuenta con numerosos antecedentes de gatillo fácil, de apremios ilegales, de  abuso policial y de estafas, sin nombrar sus conocidos vínculos con el tráfico de estupefacientes.
El menor de edad que se encontraba con muerte cerebral y asistencia respiratoria mecánica fue desconectado esta mañana.
El hecho ocurrió alrededor de las 3 de la mañana. El adolescente circulaba junto a otros seis menores de edad  en un auto Renault Coupe Fuego, el que  habían sacado al padre de uno de ellos. Al ver un móvil policial los integrantes del vehículo aceleraron; sin mediar advertencia, un oficial  disparó a la luneta del vehículo e hirió gravemente en la cabeza a uno de los chicos.
Gladys Rodríguez de la organización Zainuco, quien acompañó a los padres del adolescente, comentó que luego de ocurrido el hecho los amigos de la víctima fueron detenidos en la Comisaría del Menor y permanecieron incomunicados hasta las 8 de la mañana. Según contaron los chicos los mismos policías  bajaron del vehículo al adolescente herido y dijeron “ya fue”, después se dieron cuenta de  que respiraba y llamaron a una ambulancia, comentó Rodríguez.
De ninguna manera se trata de un caso aislado, producto de un agente desequilibrado como  la Institución Policial de Neuquén tratará de hacer aparecer este nuevo  asesinato. Se trata de un plan represivo  impulsado por el gobierno de Sapag, de terrorismo policial impuesto en los barrios para amedrentar a la población y reprimir sobretodo a los jóvenes, principales víctimas del terrorismo de estatal.
Se trata de un plan diseñado y llevado a la práctica ya por el ex gobernador Jorge Omar Sobisch, denominado “De cuadrículas”, que coloca gran cantidad de patrulleros y efectivos en los barrios para lograr  el control social.
En el mes de julio en el barrio Cuenca XV, Matías Casas, de 19 años, fue asesinado con dos balazos en la espalda. Disparó con el arma reglamentaria el suboficial Esteban Méndez de la Comisaría 1ª del área de Investigaciones, quien lleva casi 24 años de servicio en las fuerzas represivas  del estado.
 Matías y su novia Micaela caminaban por  la calle con la moto al lado. En ese momento apareció Méndez preguntando “¿quién es Matías?” y disparó entre los chicos una bala que hasta ahí no llegó a herir a ninguno. Matías subió a su moto e intentó escapar del lugar, pero Méndez, fiel a su entrenamiento, con tranquilidad y sangre fría se preparó y apuntó, disparando dos tiros en la espalda del joven. Una Ford Ranger recogió al suboficial para seguir a Matías, quien, como pudo, huyó hasta las calles Novella y Rosario, donde cayó agonizando por desangramiento.
En el piso el joven fue pateado por Méndez que ya se había bajado de la camioneta policial. Loreley, la hermana de Matías, vio cómo el policía, acompañado por una oficial que lo encubrió, lo pateaba a pesar de que el chico ya no daba más. Los demás policías se ocuparon de alejar a la gente, en una clara maniobra para encubrir al asesino. Matías falleció a las 9 de la mañana del lunes, en el Hospital Regional Castro Rendón.
La esposa del policía se acercó a la Comisaría 18ª alrededor de las 3 de la mañana para radicar la denuncia contra Matías por “agredir” a su hijo, arguyendo que fue quien inició el conflicto amenazándolo  con un arma. Horas después, al enterarse del deceso, la cobardía policial no fue suficiente y Méndez se vio obligado a entregarse, siendo trasladado a la Unidad Penal nº 11 para no sufrir incidentes, según los voceros oficiales. Y habrá que detenerse a pensar si en esa cárcel los policías cuentan, como en casi todas, con todo el privilegio y la seguridad a su alrededor, mientras los presos son brutalmente torturados por las palizas y otros métodos más “sofisticados”, como alertan las reiteradas denuncias que se hacen a través de los organismos de derechos humanos y las distintas organizaciones políticas de la región.
Unos tras otros: hechos, imágenes y palabras  ponen en evidencia que el accionar policial no es un aparato que deja al azar la acción, el proceso y el resultado: mientras al suboficial le levantan las vainas de los cartuchos que él disparó, lo trasladan a una celda cómoda en un penal donde el amedrentamiento les otorga un poder sistemático y le caratulan la causa como un homicidio simple. Y los pibes pobres en los barrios siguen siendo asesinados todos los días, sin la posibilidad de vivir con dignidad.
En los barrios no queremos ni narcos, ni policías, sólo la organización y la lucha para resistir.

SOCIEDAD DE RESISTENCIA DE OFICIOS VARIOS DE NEUQUEN
(ADHERIDA A LA FORA-AIT)
oficiosvariosneuquen@fora-ait.com.ar
srovnqn.blogspot.com.ar




FUENTES:
http://www.rionegro.com.ar/diario/decaen-las-esperanzas-por-la-salud-del-joven-baleado-1033692-9521-nota.aspx
CORREPI BOLETIN INFORMATIVO 667


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